Una exposición itinerante de 49 dibujos procedentes de las Colonias Infantiles durante la Guerra Civil, organizada por los Archivos de la Brigada Lincoln (ALBA) de la New York University.
En tres tiempos, al modo de una sonata: Anhelo/Zozobra/Desesperanza, los dibujos hablan con total transparencia de un tiempo que pudo haber sido, del que realmente fue, y del que nunca se quiso que fuera. Las representaciones de niños hechas por adultos son frecuentes. Pero los dibujos procedentes de las colonias abren una perspectiva sobre la subjetividad infantil de la que están privadas otras representaciones artísticas. Federico García Lorca, víctima también del fascismo, dejó escrito poco antes de la guerra que los niños `entienden mejor que nosotros la inefable clave de la sustancia poética´. Una sustancia poética que pervive, a pesar de todo, en estas pequeñas obras de arte.
Dibujos realizados hace setenta años por los niños evacuados a colonias infantiles durante la Guerra Civil española (1936-1939) protagonizan una exposición que refleja cómo vivieron los más pequeños la crudeza de la contienda y su visión de cómo sería la vida tras el conflicto.
En esas colonias infantiles, establecidas principalmente en Cataluña, Levante y el sur de Francia, se refugiaron más de 200.000 niños de la época para huir del caos que fragmentó a España durante los años de contienda bélica, donde realizaron este tipo de dibujos servía de terapia, según el comisario de la exposición, Anthony Geist.
«El gobierno de la República estableció estas colonias para acogerlos, en las que había personal docente y médico, quienes quisieron darles un hogar durante la guerra, ya que estaban separados de sus familias, y además fue la primera vez en la historia de la humanidad en la que se utilizó este tipo de arte como terapia», describe Anthony.
Realizados entre 1936 y 1939, estos dibujos viajaron desde entonces por varias ciudades como Suecia, Inglaterra y Estados Unidos, donde se vendían para recaudar fondos para la protección a la infancia española, y una pequeña parte de ellos quedó finalmente reunida en el archivo de la Universidad de Columbia (Nueva York).
«Estas frágiles hojas de papel, que han sobrevivido de forma milagrosa al paso de los años, reflejan tanto el horror de la guerra como la fuerza del espíritu humano frente a la adversidad», detalla Geist.
Trenes, barcos y autobuses cuyos polizones no eran más que miembros de familias a los que el viaje protegía al tiempo que separaba protagonizan muchos de estos dibujos como reflejo de las escenas de evacuación por tierra y por mar vividas en esos años.
La exposición está organizada en cinco bloques temáticos que narran la historia completa del conflicto con dibujos sobre la vida antes de la guerra, escenas de la contienda, evacuación, el día a día en las colonias y visiones de cómo estos niños se imaginaban la vida tras la guerra.
Los trazos y los colores, que se mantienen vivos a pesar del paso del tiempo, están acompañados en la muestra por un vídeo que proyecta de forma constante un documental, titulado «La guerra dibujada», en el que aparecen, siendo ya mayores, los protagonistas de la muestra al lado de los dibujos que un día diseñaron.
Ficha técnica
Obra: 49 dibujos
Autor/a/es/as: niños de las Colonias Infantiles
Cronología: 1937-1939
Técnica: dibujo, historia
Tamaño: variado
Procedencia: Colonias Infantiles