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Exhumación Torés

Fosa: Torés (Lugo)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

A petición familiar, la ARMH inició el pasado 18 de abril la búsqueda en el cementerio parroquial de Torés (As Nogais) del cuerpo de José García Espinosa, apodado “Pelegrín”. José residía en Becerreá, era soltero y tenía unos 21 años cuando, según relata la familia y se ha podido demostrar, fue asesinado en los montes de la zona, a los que había escapado huyendo de la muerte. Era el mes de septiembre de 1936 y José nunca más volvió a su hogar.

Durante los dos días que duró la prospección, se pudo constatar que en ese lugar marcado por los testimonios de varios vecinos, se encontraban varios entierros de diferentes épocas, por lo que se aplazaron los trabajos para realizar un estudio pormenorizado e individualizado de los diferentes entierros.

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Exhumación Villafranca del Bierzo

Fosa: Villafranca del Bierzo (León) – Sepultura 683
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

A solicitud de una hija y hermana de dos personas asesinadas en 1948 y enterradas en una fosa común en el Cementerio Municipal de Villafranca del Bierzo (León), la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica llevó a cabo la búsqueda y exhumación de los restos mortales de Vicenta López Digón y Jesús Camuñas López.

Para comprender el caso al que nos enfrentamos es importante realizar primeramente una pequeña biografía de las dos víctimas, para seguidamente proceder a explicar los acontecimientos que acabaron con la muerte de estas dos personas.

Vicenta López Digón era natural de Castelo de Frades (Cervantes, Lugo), hija de Balbino López y María Digón. Se había casado con Aquilino Camuñas Fernández, con el que residía en Castiñeiras (Balboa, León) y con quien tuvo un total de 7 hijos: Virginia, Aquilino, Delmiro, Eduardo, Andrés, Milagros y Jesús. Este último, Jesús Camuñas López, hijo de Vicenta y de Aquilino, tenía 19 años cuando fue asesinado junto a su madre el 28 de octubre de 1948 y sus cuerpos enterrados en una fosa en el interior del Cementerio Municipal de Villafranca del Bierzo (León).

Recogemos a continuación unos apuntes del historiador Alejandro Rodríguez Gutiérrez, miembro de ARMH y encargado de la investigación en archivos. Con él contextualizamos los hechos históricos que llevaron al asesinato de Vicenta López y su hijo Jesús Camuñas.

“El 27 de octubre de 1948, un grupo de cinco guerrilleros escondidos en la aldea de Castañeiras (Balboa), sostuvieron un encuentro con la Guardia Civil, del cual resultó muerto el número Sabas Andrés Salazar, logrando escapar los resistentes. Los cinco eran Manuel Gutiérrez Abella, natural de Paradaseca y huido desde julio de 1936; Dalmiro Alonso García, natural de Pobladura de Somoza (Villafranca), desertor del Ejército sublevado en 1937 y desde entonces unido a los grupos de resistencia; Pedro Lamas Cerezales, natural de Cantejeira y también unido a los grupos de huidos desde julio de 1936; Oliveros Fernández Armada (a) Negrín, natural de Traspena de Covas, Lugo, unido a los grupos guerrilleros un año antes; y Adoración Campo Canedo, unida a los grupos guerrilleros desde 1940, cuando un combate en su domicilio de Canedo, acabó con la vida de otros 5 resistentes.
Como consecuencia del enfrentamiento en Castañeiras, detienen a varias personas de esta localidad, entre las cuales se encuentran los dueños de la casa, Vicenta López Digón y su hijo Jesús Camuñas López. Al día siguiente del enfrentamiento armado, son trasladados hacia la prisión de partido de Villafranca del Bierzo, momento en el cual son asesinados mediante la aplicación de la conocida como “Ley de fugas”, en el km 11 de la carretera general de Madrid a Coruña, sobre las 21 horas del día 28 de octubre de 1948.
Vicenta, natural de O Freixo, Lugo, tenía 48 años de edad y era viuda de Aquilino Camuñas, y se había convertido en enlace de los grupos guerrilleros desde varios años antes.
Su hijo Jesús, de 20 años, labrador y soltero, vivía en el mismo domicilio familiar en el que se produce el tiroteo.
Dos días después, y tras haber sido realizada la autopsia a los cadáveres, son enterrados en una fosa anónima del Cementerio de Villafranca del Bierzo, enterramiento que ha quedado registrado, al igual que los hechos sucedidos y el resto del procedimiento contra varios vecinos de la localidad, en el procedimiento judicial 495/48 de León, almacenado en el Archivo del Tribunal Militar nº 4 de A Coruña, con sede en Ferrol”.

Una vez asesinados, sus cuerpos fueron enterrados en el interior del cementerio de Villafranca del Bierzo (León). Una diligencia de enterramiento marca el lugar exacto en el que se localizaría la fosa:

“Reseña de sepultura:
En el mismo día y en virtud de lo mandado, se reseña la sepultura donde han sido enterrados los cadáveres – el Jesús debajo y la Vicenta encima en la forma siguiente; Tiene de latitud noventa centímetros, de longitud dos metros y de profundidad un metro setenta y cinco centímetros, dista de la cabeza a la pared del este catorce metros noventa centímetros, de los pies a la carrera central de entrada, dirección Norte-sur treinta con diez, del lado izquierdo a la pared del sur, veintiuno treinta y del lado derecho a la carretera central dirección E a O, once con ochenta. Doy Fe. C. Cuadrado”. (Causa 495/48).”

Gracias a esta información pudimos conocer exactamente el lugar de inhumación, por lo que simplemente tomando las medidas oportunas, llegamos al lugar exacto reflejado en la Causa: los cuerpos de Vicenta y Jesús debían localizarse en la sepultura 683. Se trataba de un espacio sin construcciones entre dos panteones, lo que hacía pensar que tal vez la fosa hubiera sido destruida. Al sondearse arqueológicamente la zona pudo comprobarse que el enterramiento seguía intacto, y que los dos esqueletos estaban enterrados uno encima del otro, en contacto, y separados únicamente por una tabla o madera.

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Exhumación Alcalá del Valle

Fosa: El Baldío – Alcalá del Valle (Cádiz)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Los datos de los que se disponía antes de iniciar los trabajos de búsqueda dejaban entrever que se trataría de una fosa con los restos mortales de tres víctimas: una mujer y dos hombres. No obstante, y teniendo en cuenta el complejo contexto histórico de Alcalá del Valle y sus localidades vecinas durante el golpe de estado y la Guerra Civil Española, no podía descartarse la posibilidad del traslado de los restos de esa fosa al propio cementerio de la localidad o que el número de víctimas fuera diferente al conocido hasta ese momento.

La información obtenida en la investigación histórica proviene de varias fuentes: por un lado, la investigación histórica realizada por Manuel Sánchez Soriano, investigador de la represión franquista en Alcalá del Valle. Por otro lado, la memoria oral de los vecinos del pueblo y, en especial, la de una de las personas que residía en la finca en el momento que tuvo lugar el asesinato. Su testimonio narra que, desde la ventana, observó cómo se llevaban a las víctimas desde la casa-cortijo hacia la carretera y, tras algunos minutos, escuchó los disparos. Ella siempre mantuvo que los cuerpos fueron enterrados bajo un olivo de la misma finca.

Por otro lado, gracias a la investigación realizada por Fernando Romero Romero y recogida en su libro Alcalá del Valle, República, Guerra Civil y Represión (1936-1945) podemos conocer más a fondo algunos datos, así como situar en su contexto histórico los hechos estudiados para este caso.

Según todas las investigaciones, en la finca de El Baldío fueron asesinadas al menos cinco personas, todas ellas el 18 de septiembre de 1936. No obstante, y como veremos más adelante, ese número de víctimas podría ampliarse al menos hasta 7. Con el fin de conocer un poco más sobre ellas, elaboraremos una pequeña microbiografía de cada una.

José Pérez Jurado era natural y vecino de Olvera (Cádiz), y labrador de profesión. Tenía 41 años y residía en la Calle Encarnación nº 27. Estaba casado en primeras nupcias con Ana Cabeza Madrid, con la que tenía 5 hijos: Dolores, José, Andrés, Josefa y Ana Pérez Cabeza. Según su acta defunción localizada en el Ayuntamiento de Alcalá del Valle, fue encontrado insepulto en la finca de El Baldío y trasladado al cementerio de la población.

Juan Guerrero Listán era aguador de profesión y vivía en una pequeña choza situada en un huerto que se encontraba detrás del cortijo de El Baldío. Tenía 54 años y era casi ciego y se encontraba en su casa en el momento en que fue sorprendido por el avance de las tropas franquistas que se dirigían de Setenil de las Bodegas a Alcalá del Valle. Fue acribillado a tiros allí mismo.

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Exhumación Valleja de los Muertos

Fosa: La Valleja de los Muertos (Casasola de Rueda, León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Cuando se habla de la Guerra Civil Española al este de la provincia de León, indudablemente muchas de las personas que vivieron aquella época señalan numerosos parajes conocidos por la cantidad de asesinatos cometidos en ellos. Es el caso de lugares como La Cenia o La Mata. No obstante, mucha de la represión y de los asesinatos sistemáticos cometidos por las tropas franquistas dejó a decenas de víctimas enterradas en fosas comunes dispersas por diferentes puntos de la carretera LE-213 que une Puente Villarente con Gradefes.

Varios de esos enterramientos albergarían a decenas de personas que, según la investigación realizada hasta la fecha por el historiador de la ARMH Alejandro Rodríguez, descenderían de poblaciones como Cistierna, Sabero o La Ercina, entre otros.

Lamentablemente, y como sucede en muchos casos, la investigación histórica debe combinarse con datos concretos que sólo la arqueología y la antropología forense pueden revelar. En el caso de las fosas de Casasola de Rueda, son muchas las informaciones obtenidas a través de testimonios orales, gente de los pueblos cercanos que escucharon o incluso vivieron la Guerra Civil, y que han mantenido esa historia siempre en su memoria, pero que no pueden concretar ni la procedencia de las víctimas, ni las fechas de la muerte, ni siquiera la cantidad exacta de cadáveres o enterramientos.

Por ello, como decimos, debe ser el trabajo técnico de recuperación y elaboración de perfiles biológicos forenses los que pueden ayudar a poner en orden los datos históricos. De esta manera, y a modo de ejemplo, si se localiza una fosa con cuatro personas, debe a partir de ahí intentar averiguarse qué saca con 4 víctimas fueron asesinadas un mismo día. Asimismo, otra fosa de 15 personas, exactamente el mismo proceso. Ello ayudará a organizar las sacas de asesinato, así como las fechas de las ejecuciones.

Asimismo, los estudios forenses realizados a los esqueletos que vayan recuperándose permitirán conocer edades, sexo y alturas de cada una de las víctimas, así como rasgos físicos y enfermedades (cojeras, artrosis, implantes dentarios…). Ello también ayudará en la resolución de esta problemática.

Las fosas de La Valleja de los Muertos

Tras días de prospección arqueológica, muchos de los enterramientos señalados por los testimonios dieron un resultado negativo. En otros casos, la búsqueda debe continuar, ya que los parajes tienen dimensiones considerables y las fosas pueden localizarse en cualquier lugar.

Uno de los lugares señalados por los testimonios era el paraje denominado “La valleja de los muertos”, en relación sin duda con a las víctimas que fueron asesinadas en ese lugar. Durante el verano de 2015 se realizaron varias prospecciones en esa zona, hasta que finalmente se localizaron un total de dos fosas, la primera con los restos esqueléticos de dos personas y, la segunda, con cuatro más.

Por las características de las fosas, todo hace indicar que se trataría de fosas diacrónicas, es decir, creadas en momentos diferentes, aunque creemos que no muy lejanas en el tiempo. La Fosa 1 se encontraba a escasos centímetros de profundidad, con ambos cuerpos en decúbito prono; la Fosa 2, sin embargo, estaba a 1 metro de profundidad, y los cuatro cuerpos se encontraban en decúbito supino y bien colocados. Todo hace pensar que, si realmente fueron asesinadas en el mismo momento, todas habrían sido enterradas juntas en un mismo enterramiento; y de no ser así, al menos las posiciones de los cuerpos habrían sido similares.

Gracias a los trabajos realizados se ha podido determinar que al menos un mínimo de 6 personas fueron asesinadas y enterradas en la Valleja de los Muertos, aunque todavía debe ser ampliada la zona de búsqueda, ya que podrían existir más enterramientos en esta zona. Con los datos que puedan obtenerse a través de estudios antropológico-forenses, intentaremos dar identidad a estas víctimas. La investigación nos ha dado algunos posibles nombres de personas que puedan localizarse en las diversas fosas de Casasola de Rueda (León), pero a día de hoy nos es imposible identificar cuáles de éstas se encontrarían en la fosa ya encontrada. La investigación, por lo tanto, sigue en curso.

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Exhumación Guadalajara

Fosa:  Cementerio de Guadalajara
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
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Seis años después de la denuncia en Argentina por parte de un grupo de familiares y de la ARMH, la llamada Querella Argentina contra los crímenes del franquismo, dio un paso muy importante. El pasado mes de diciembre, el juzgado número 2 de Guadalajara ponía fecha para la exhumación de Timoteo Mendieta. El día 19 de enero a las 9 de la mañana empezaba una nueva etapa dentro del movimiento por la recuperación de la memoria histórica. 

Durante 15 días de enero la memoria desbordó a los temores en Guadalajara. La lucha de Ascensión Mendieta por recuperar a su padre contribuyó a que un centenar de familias pidieran ayuda, con la esperanza de poder recuperar también los restos de sus seres queridos.
En un goteo constante, mientras se llevaban a cabo los trabajos de exhumación de la fosa, las familias se acercaron al cementerio para explicar su historia y compartir su deseo de justicia. 

Desde el punto de vista técnico, la exhumación fue un reto para el equipo, ya que hasta el momento nunca se había trabajado en un lugar tan angosto y profundo (3,75 metros), haciendo necesario que se asegurara la estructura a medida que avanzaba la excavación. La intervención se realizó poco a poco y excavando los diferentes niveles de enterramiento, hasta conseguir recuperar los 22 cuerpos. En base a la documentación de la época, al estudio antropológico y forense de campo se pudo comprobar que todos los datos de los registros de enterramiento coincidían.

Con el paso de los días, se pudo constatar también la premeditación y la violencia con la que la dictadura franquista acabó con cientos de vidas en Guadalajara

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Exhumación Teilán II

Fosa: Teilán II (Lugo)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

La fosa de Teilán (Bóveda, Lugo) estaba compuesta por tres enterramientos individuales en los que se encontrarían los cuerpos esqueletizados de Bernardo Álvarez Trabajo, alias Gasta, Manuel Fernández Soto, alias Coronel Benito, y Elías López Armesto, alias Pájaro. La defunción de estos tres guerrilleros antifranquistas aparecía inscrita en el Registro Civil como “desconocidos”. Sus cuerpos se disponían de la siguiente manera: dos fosas individuales (las de Coronel Benito y Gasta) en la parte lateral izquierda de la iglesia, junto al muro que cierra el cementerio al Norte, mientras que los restos de López Armesto se encontrarían frente a los nichos de la parte posterior de la misma (Causa 222/49 de Lugo).

El equipo de voluntarios de la ARMH realizó en septiembre de 2012 la exhumación de uno de los cuerpos localizados a la izquierda de la iglesia, un lugar muy señalado y bien marcado por los documentos históricos de la época. Confiando en que realmente los datos recogidos en el expediente militar eran ciertos, se procedió a exhumar el cuerpo del que, según dicha información, se correspondería con el de Bernardo Álvarez Trabajo. Durante esas tareas arqueológicas de exhumación, se dejaron al descubierto las dos fosas, que se ubicaban una al lado de la otra. De la que constaba como la fosa del Manuel Fernández Soto, únicamente se descubrió el cráneo, se fotografío, se documentó el lugar exacto en el que se emplazaba el enterramiento y, seguidamente, sin alterar su posicionamiento en la fosa, se volvió a cubrir. No obstante, antes de taparlo nuevamente, se extrajo un molar de dicho cráneo para que, en caso de no corresponderse las identidades y de, como terminó ocurriendo, los cuerpos hubieran sido enterrados incorrectamente, pudiera procederse a la identificación genética de este cuerpo y contrastarlo con las muestras indubitadas de los familiares de Bernardo.

Las muestras de ADN fueron remitidas al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que se encargaron de la identificación genética. Tras verificar que el cuerpo exhumado por ARMH en 2012 no se correspondía con el de Bernardo Álvarez, se demostraba que los cuerpos habían sido registrados erróneamente (desconocemos el motivo); de esta manera, se envió el molar extraído del cuerpo numerado como Individuo 2 (Fosa II).

Tras el análisis, se confirmó la identificación del cuerpo del Individuo 2 como Bernardo Álvarez Trabajo, por lo que se iniciaron todos los trámites necesarios para la exhumación de su cuerpo y su posterior análisis antropológico-forense (aunque en este caso serviría sólo para corroborar la identificación, certificar las causas de la muerte y comprobar si la autopsia realizada al cuerpo en 1949 es correcta o si también se halla falsificada).

Durante la exhumación del año 2012 se procedió a la búsqueda sin éxito del cuerpo de Elías López Armesto, por lo que sus restos no han podido ser recuperados. Cabe señalar que, según los informes de la época, se trataba de algunos restos sueltos encontrados en el monte y trasladados al camposanto de Teilán.

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