Se trata de dos instantáneas inéditas correspondientes a julio de 1936
cadenaser.com / 07 de febrero de 2024
Un donante anónimo ha entregado a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica dos fotografía inéditas correspodientes al 21 de julio de 1936 justo en el momento de la toma de la ciudad por las tropas franquistas al mando del comandante Manso.
Las imágenes recogen dos vistas diferentes de la plaza del Ayuntamiento donde ahora está situada la salida de aparcamiento subterráneo. El autor es desconocido, pero retrata fielmente, explican desde el colectivo, ‘la mirada cruda y emotiva a un momento histórico marcado por la represión y la tragedia’, señalan.
Las dos instantáneas recogen el momento en el que el comandante Mansao se hace control de la ciudad junto a las tropas franquistas y ayudados por falangistas y después de que ya se hayan registrado el asesinato de numerosas personas y se haya detenido a la corporación municipal y a un sinfín de vecinos de los pueblos del Bierzo desde que accedieron a la comarca por Galicia lo que demuestra, según la ARMH, ‘que el golpe llevaba tiempo planificado y ya existían listas de personas a las que había que eliminar, como decían las instrucciones del general Emilio Mola que en marzo de 1936. En las imágenes se puede ver perfectamente que había una trama civil organizada paralela a la de los militares golpistas’, explican.
La primera fotografía nos traslada a un escenario sombrío. Filas de soldados, camiones y vehículos militares se extienden por una calle, probablemente camino a una de las tantas operaciones represivas que se llevaron a cabo en la comarca Berciana en esos días. La fuerza de la imagen reside en su crudeza, en la quietud que transmite y en la tensión que se palpa en el ambiente. Posiblemente fuera la tarde del 21 de julio.
La sociedad civil ‘forma’ ante los golpistas en los días posteriores a la caída de Ponferrada el 21 de julio de 1936 / ARMH-Autor desconocido
La segunda imagen es de la Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada se convierte en escenario de una formación militar. Niños y jóvenes, vestidos con el uniforme de Falange, se alinean junto a soldados y guardias civiles. La muchedumbre, curiosa y expectante, se agolpa en los alrededores, presenciando un acto que marcaba el inicio de un nuevo régimen es posterior al 21 de julio.
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Fotografía destacada: Camiones con golpistas y detenidos entran en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada el 21 de julio de 1936 / ARMH-Autor desconocido
Las familias reciben los restos de los tres vecinos de Torrebarrio fusilados por su fidelidad a la República en un homenaje a todos los represaliados de Babia
diariodeleon.es / Ana Gaitero / 29 de octubre de 2023
A veces los deseos se cumplen. Aquel niño que tantas veces comía la merienda sentado en una piedra de la Llera de Candemuela, en Babia, vio ayer hecho realidad un sueño lejano. El mismo día del aniversario, 87 años, del asesinato de tres vecinos de Torrebarrio, sin más cargos que ser leales la República, sus restos exhumados de debajo de aquella losa que señalaba la fosa en la que fueron enterrados recibieron digna sepultura.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entregó los cuerpos rescatados en la exhumación hace un año de Víctor Alonso, Viturón, su hijo Alipio Alonso Tejerina y de Manuel Álvarez, El Rito, a las respectivas familias en un emotivo acto celebrado en Torrebarrio.
El salón se quedó pequeño para el primer acto de homenaje a las víctimas de la represión franquista que se hace con carácter colectivo en Babia y del que queda constancia en una placa en el exterior de este edificio que dice: ‘En memoria de los que sufrieron la represión en Babia por defender la legalidad republicana, la democracia y la libertad. Familiares, amigos y ARMH. 2023». Junto a los tres vecinos que nunca pudieron volver a su casa fueron recordadas una treintena de personas , que se quedó pequeño para rendir homenaje, de paso, a todas las personas represaliadas en Babia en aquellos días del «terror caliente» que siguieron al golpe militar de 1936 que dio lugar a la Guerra de España.
Se calcula que una treintena de personas de la comarca, sólo en Babia de Arriba, término de San Emiliano, fueron asesinadas en diferentes puntos de la comarca e incluso en Luna, como es el caso de Pedro Manuel Álvarez Barriada que fue fusilado con otros seis vecinos del pueblo en el soto de Miñera (hoy bajo en pantano de Luna).
«Fueron víctimas del terror caliente ordenado por el general Mola, el ideólogo del golpe, desde los primeros días», aseguró, Manuel Bernardo, con varios familiares represaliados, hizo un repaso de la historia que precedió al golpe de 1936 y de los logros de la II República, que vio frustrado con la rebelión militar y su derrota en la Guerra Civil el plan para abrir 27.000 escuelas, la reforma agraria y militar.
Bernardo enmarcó la represión de los vecinos de Torrebarrio en motivos más que políticos, en un pueblo de cuatro barrios que fue quemado tres veces y en el que las mujeres como Teodora, hija desaparecida de Viturón y hermana de Alipio, o Antonia, esposa de Luciano, que fue apresada con su yerno. Las rencillas de una parte del vecindario por el camino de Tras la Pandilla, que lograron gracias a la intercesión de Gordón Ordás, pudieron estar detrás del gatillo.
Basilio Barriada, aquel niño que se sentaba encima de la losa de La Llera para no olvidar a quienes allí estaban, leyó los nombres de las víctimas que se han podido recuperar. Fue él quien propuso a la ARMH buscar la fosa de Candemuela cuando la asociación acudió a la comarca a abrir una fosa en Cospedal, cuya búsqueda resultó infructuosa. Víctor Alonso, bisnieto de Viturón y sobrino nieto de Alipio y Teodora, dio el primer paso. Y la ARMH, con su equipo de exhumaciones, levantó la piedra y encontró los cuerpos cuidadosamente colocados. Se notaba que los había enterrado gente del pueblo. Allí eran visitados por sus familiares y les ponían flores de recuerdo. Desde ayer, el mismo día que se cumplían 87 años de su asesinato, descansan con sus familiares en el cementerio de Torrebarrio. Tres han vuelto a casa, muchos quedan en las fosas.
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Fotografía destacada: Los restos de Manuel Álvarez, ‘el Rito’, Víctor Alonso, ‘Viturón’ y Alipio Alonso Tejerina en el homenaje en Torrebarrio. | ÓSCAR RODRÍGUEZ
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha empezado los trabajos de búsqueda esta mañana y ha encontrado rápidamente el enterramiento.
Buscan los cuerpos de cuatro republicanos asesinados por fuerzas fascistas: Florentino Martínez Cañón, Elías Rodríguez Tascó, Manuel Rodríguez Cañón y Pedro Suárez Arias.
tercerainformacion.es / 17 de abril de 2023
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha iniciado esta mañana las labores de búsqueda de una fosa común donde espera encontrar los restos de cuatro republicanos asesinados por fuerzas fascistas en la localidad leonesa de Busdongo, el 21 de octubre de 1937, poco después de la caída del frente de Asturias. Se buscan los restos de: Florentino Martínez Cañón, Elías Rodríguez Tascó, Manuel Rodríguez Cañón y Pedro Suárez Arias. Existe la posibilidad de que en la fosa pudiera encontrarse un cuerpo más.
A las nueve de la mañana han iniciado las labores de búsqueda y no han tardado mucho tiempo en dar con un casquillo de bala que ha anunciado la aparición de los primeros restos. Los trabajos están siendo dirigidos por el arqueólogo Serxio Castro, acompañado de un grupo de voluntarios de la asociación.
Estas labores las lleva a cabo la ARMH con sus propios recursos y no solicita subvenciones porque reclama que el Estado cree una institución que ayude a las familias y no las obligue a competir por los escasos recursos. “Los derechos humanos no se subvencionan, se garantizan”, es uno de los eslóganes que la ARMH utiliza en sus campañas.
Fotografía ARMH
MARCO HISTÓRICO
Con la caída del Frente Norte de León en manos de los golpistas, en octubre de 1937, la zona sufrió episodios de represión de extrema violencia. Casares de Arbás, Busdongo de Arbás etc, forman parte de esos pueblos donde los golpistas entran a sangre y fuego; asesinando y desapareciendo a todos aquellos vecinos sobre los que hubiese la más mínima duda, de haber apoyado al Gobierno legítimo de la República.
Los testimonios hablan de decenas de detenciones y fusilamientos en los pueblos de la zona, que terminaron sembrados de fosas comunes. Entre la que se encuentra la fosa de Busdongo de Arbás, situada según los testimonios detrás de lo que era el cuartel de la Guardia Civil.
Fotografía ARMH
LAS VÍCTIMAS
Elías Rodríguez Tascón y Pedro Suarez Arias.
Elías y Pedro tenían 19 y 26 años respectivamente cuando fueron asesinados, ambos eran vecinos de Busdongo.
Elías era jornalero, aunque en la documentación encontrada también aparece como camarero. Pedro era carpintero.
Ambos pertenecían a la JSU y en agosto de 1936 se inscribieron en las milicias populares para defender la República. Fueron militarizados y formaron parte del Batallón de Pola de Gordón.
Sabemos, por la familia de Elías, que fueron asesinados y enterrados en el mismo lugar. en la parte trasera del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Busdongo después de ser detenidos unas pocas horas antes. Sus asesinatos nunca fueron registrados en ningún documento oficial.
Manuel Rodriguez Cañón.
Fue ejecutado por las tropas golpistas que tomaron la zona de Villamanín a los 48 años, era miembro de la UGT de Casares de Arbás. En el momento de su asesinato estaba casado con Remedios Rodríguez y tenían 5 hijos.
Una vez tomada la zona por los golpistas fue detenido delante de su mujer e hijos, según testimonios del pueblo, como otros tantos fue conducido al cuartel de la Guardia civil de Busdongo de Arbas donde a pocos metros sería ejecutado y arrojado a una fosa común.
Su certificado de defunción, registrado fuera de plazo, indica que «falleció» en noviembre de 1937 en Busdongo. La causa de la muerte «Fusilamiento en nuestra contienda civil».
Sus propios descendientes citan que fue detenido junto a Florentino Martínez Cañón el día 21 de octubre de 1937, ejecutados y enterrados en la misma fosa común el 22 de octubre de 1937 a menos de 200 metros de la parte trasera de los que fue el cuartel de la Guardia Civil de Busdongo.
Florentino Martinez Cañón.
Era vecino de Casares de Arbás y tenía 64 años cuando fue asesinado. En el momento de su muerte estaba casado con Tomasa Martínez y tenía 4 hijos.
Con la llegada inminente de los golpistas a Casares de Arbás, la familia de Florentino se exilió temporalmente a Asturias. Más adelante, Florentino volvió a Casares con parte de su familia. Su hija María y su marido, profesor y miembro de las Misiones Pedagógicas, se exiliaron a Francia.
A su llegada a Casares de Arbás, Florentino fue detenido por la Guardia Civil delante de su mujer e hijos, supuestamente, delatado por un familiar. Según cuenta su familia, después de esta detención su hijo fue interrogado en varias ocasiones y eran sometidos a registros del domicilio habitualmente.
El día 22 de octubre de 1937, horas después de ser detenido, Florentino fue asesinado junto a Manuel Rodríguez Cañón y enterrados en la parte de atrás del cuartel de la Guardia Civil en Busdongo. Según su certificado de defunción, la causa de la muerte fue «a consecuencia de heridas de guerra».
Adjuntamos informe previo a la exhumación, la fotografía de uno de los desaparecidos y algunas imágenes del inicio de los trabajos.
La ARMH lleva meses esperando la autorización para recuperar los cuerpos enterrados en el cementerio de Bértoa tras ser fusilados en septiembre de 1936
theobjective.com / Fran Serrato / 11 de abril de 2023
Septiembre de 1936. Cuatro vecinos de Carballo (31.400 habitantes) son secuestrados por los partidarios de las huestes sublevadas dos meses antes y, posteriormente, asesinados. Sus cuerpos, heridos de bala, aparecieron en Bértoa, una de las parroquias que conforman el municipio coruñés, y enterrados en su cementerio, aunque sin identificar. Sus descendientes han solicitado a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que exhume sus restos para darles una sepultura digna. Tienen todos los permisos necesarios, excepto el del Arzobispado de Santiago de Compostela, responsable del camposanto.
A instancia de la familia y de algunos vecinos, la ARMH comenzó a investigar el caso de los cuatro republicanos asesinados, entre los que se encuentra Francisco Miguel Fernández, de 38 años, uno de los grandes pintores gallegos, exponente de la pintura surrealista. Le acompañan Juan Boedo, que tenía 28 años cuando fue asesinado, y un padre y su hijo, Andrés y Pedro Pinilla, de 52 y 21 años respectivamente.
«No fueron arrojados a una fosa como se hacía entonces. El párroco y varios vecinos los enterraron en el cementerio de Bértoa con cierta dignidad. Están en su propia caja, pero sin identificar», explica Carmen García Rodeja, portavoz en Galicia de la ARMH, la organización que inició la búsqueda científica de los desaparecidos por la represión franquista sin ayuda institucional en el 2000.
Un año de demora
En estas dos décadas han realizado varias exhumaciones en la región, todas ellas sin problemas. Sin embargo, en esta ocasión llevan más de un año esperando que el Arzobispado les autorice a comenzar los trabajos. «Hemos escrito desde la asociación, lo han hecho los vecinos, los familiares, incluso he tenido reuniones con el vicario y con el Obispo auxiliar, que acaba de ser nombrado Arzobispo (Monseñor Francisco José Prieto)», revela García Rodeja.
El argumento para demorar el permiso es simple. «Nos dicen que donde se encuentran los republicanos hay más personas enterradas. Claro que sí, como en cualquier cementerio», indica la portavoz de la ARMH. García Rodeja sostiene que los cuatro asesinados apenas dos meses después de que comenzara la Guerra Civil están en un lugar «perfectamente identificado». Van a recuperar esos cuerpos que han solicitado las familias, pero sin alterar el resto.
Una voluntaria recupera el cadáver de un republicano en la fosa asturiana de Grau. | Foto: ARMH
«El Obispado sabe cómo hacemos nuestro trabajo. Incluso se lo expliqué: vamos con pinceles y unas palitas y hacemos catas pequeñas, nada de una máquina excavadora. Hay gente que parece que sigue sin entenderlo», insiste García Rodeja. Afirma que es la primera vez que se encuentran con este problema ya que en otras ocasiones, cuando se han negado algunos vecinos, «me ha acompañado el propio vicario para convencerles».
La ARMH tiene todos los permisos necesarios, pero asegura que la autoridad eclesiástica de Santiago de Compostela lleva más de un año alargando el proceso. En su opinión, tardan en dar repuestas a las peticiones y argumentan que algunos feligreses se oponen a la exhumación, que no presenta dificultades técnicas ni desde el punto de vista arqueológico ni forense. THE OBJECTIVE ha intentado sin éxito contactar con el Arzobispado para conocer su versión.
«Hay que tener una lógica, por derecho o por caridad cristiana, pero los republicanos asesinados tienen derecho a ser enterrados con dignidad», advierte la portavoz de la asociación memorialista. Subraya que es algo que «se debe» a sus descendientes y no descarta llegar a los tribunales, pero confíe que todo se solucione sin llegar a tales extremos.
Entre los restos que pretenden recuperar se encuentra los del artista Francisco Miguel, detenido en agosto de 1936 por la Guardia Civil acusado de actuar contra el régimen militar franquista. Salió en libertad, pero a mediados de septiembre lo arrestaron de nuevo. Días más tarde apareció su cadáver fusilado y las manos amputadas en Bértoa. Al término de la Guerra Civil, su esposa y sus tres hijos se marcharon exiliados a México.
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Fotografía destacada: El pintor Francisco Miguel Fernández, uno de los republicanos asesinados. | ARMH
Sus restos, que estaban en una fosa del cementerio a cuatro metros de profundidad, serán entregados a sus familiares por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
encastillalamancha.es / 9 de marzo de 2023
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) hará entrega de los restos identificados de tres republicanos asesinados por la represión franquista en 1940. El acto se llevará a cabo en el cementerio de Guadalajara, el sábado 11 de marzo, a las 12 horas. En ella participarán voluntarios de la ARMH que formaron parte del equipo de la exhumación.
Son Jesús Calvo Vera, Fermín Zornoza Aranda y Mariano López del Campo, quienes fueron asesinados en 1940.
La profundidad de la fosa era de casi cuatro metros
Los trabajos de exhumación de la Fosa Cuatro del cementerio de Guadalajara comenzaron el 1 de octubre de 2021 y finalizaron 12 días después. En esta ocasión, y al igual que en años anteriores, el equipo tuvo que trabajar teniendo en cuenta las medidas de seguridad necesarias ya que la profundidad de la fosa se iba acercando a los casi cuatro metros.
ARMH
En el contexto de la exhumación el equipo encontró algunos objetos curiosos: un monedero con alguna moneda republicana, una cartera sin documentación, con restos de un billete; un lápiz, botones, casquillos de mauser y hebillas.
El acto se celebrará el 11 de marzo a petición de la familia de Fermín, quien precisamente nació ese día del año 1895.
Jesús, Fermín y Mariano…
Jesús Calvo Vera tenía 27 años, era labrador y estaba casado. Era vecino de Salmerón (Guadalajara) y miembro de la UGT. Fue ejecutado el 23 de abril de 1940. A la entrega de los restos irá su hijo, Albino.
Fermín Zornoza Aranda tenía 44 años, era labrador y estaba casado. Era vecino de Alique (Guadalajara) y fue ejecutado el 16 de marzo de 1940.
Y Mariano López del Campo tenía 23 años y trabajaba como chofer. Era vecino de Mandayona (Guadalajara) y pertenecía al Partido Comunista. Fue ejecutado el 3 de mayo de 1940.
ARMH
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Fotografía destacada: Jesús Calvo y Mariano López, cuyos restos, junto a los de Fermín Zornoza, serán entregados a sus familiares el sábado en Guadalajara. | ARMH
En esta obra, Cabañas aborda lo ocurrido durante la Guerra Civil en León y la represión en cuarenta localidades de la provincia además de en la capital y Ponferrada
La Casa de León en Madrid acoge el jueves 23 de febrero, a las 19.15 horas, la presentación del libro de José Cabañas, ‘Cuando se rompió el mundo. El asalto a la República en la provincia de León. Primera parte: El Golpe’, que relata lo sucedido en la provincia de León durante la Guerra Civil.
Esta obra, dividida en dos partes, hace una crónica de lo sucedido entre los días 17 y 31 de julio de 1936, en los que se produce una sublevación militar contra la Segunda República y el inicio de la dictadura franquista.
En su libro, Cabañas aborda lo sucedido no solo en las ciudades de León y Ponferrada, sino también en otras cuarenta localidades de la provincia leonesa como a Bañeza, Jiménez de Jamuz, Castrocalbón, Astorga, Nistal de la Vega, Villafranca del Bierzo entre otras.
Unos hechos que ILEÓN contó hace seis años en el especial ‘7 Días de Julio de 1936y que hoy el investigador José Cabañas (que participó en aquella ocasión explicando cómo la Base Aérea de León fue clave para el éxito del golpe) relata a fondo tras publicar la primera parte de este exhaustivo estudio que le ha llevado ocho años.
El libro, publicado por ediciones Lobo Sapiens, es mucho más que el relato más completo, actual y detallado del golpe militar de julio de 1936 en los pueblos, villas y ciudades de la provincia de León e incluye más de 130 imágenes de época y casi 1.200 notas que reseñan, contextualizan e ilustran lo que en esta Primera Parte se narra.
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Fotografía destacada: ‘Cuando se rompió el mundo’, libro de José Cabañas.
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