Archivo de la etiqueta: Castilla y León

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Exhumación Boca de Huérgano – El Pando

Fosa: Boca de Huérgano – El Pando (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

La Asociación realizó trabajos de prospección en una de las zonas de mayor represión de la zona norte de León. Después de ocho días de trabajo, cerca del puerto del Pando situado entre los pueblos de Prioro y Boca de Huérgano, la prospección y búsqueda dio sus frutos el pasado 18 de julio, con el hallazgo de dos enterramientos, uno individual y otro con los restos de tres personas.

Se pudo observar que no se trata de personas asesinadas el mismo día, sino en fechas diferentes. En la fosa individual apareció una prótesis dental, algo poco habitual y que podría facilitar las labores de identificación pese al deterioro de los restos encontrados. Durante el mes de septiembre continuaremos con los trabajos de prospección en la zona ya que algunos testigos informan de la existencia de más fosas comunes en esa misma valleja, conocida en la zona como “La Valleja del Cementerio”

Hasta el lugar se acercaron numerosos testimonios que indican también un paraje llamado Monteviejo, como lugar en el que se realizaron numerosos asesinatos. Monteviejo es una zona de difícil acceso y prospección, al encontrarse un barranco con una caída de más de 100 metros. Por el momento la zona se está estudiando para determinar las posibilidades de realizar una intervención en un futuro próximo.

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Exhumación Villalibre de la Jurisdicción

Fosa: C/ Falcón – Villalibre J. (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Claudio Macías Fernández era jornalero de profesión. Al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939) decidió luchar junto al bando republicano en el frente de Asturias, pero una vez los sublevados se hicieron con el control de esa región, muchos soldados decidieron volver a sus casas. Uno de ellos fue Claudio, el cual estaba siendo buscado por falangistas bercianos que querían asesinarle. Al no encontrarlo en casa se llevaron a su hermano Arsenio, de 16 años, al cual acuchillaron y asesinaron en una curva a la salida del pueblo por no delatarle.

Claudio, tras regresar enfermo del frente asturiano, estuvo escapado en el monte puntualmente, huyendo de una muerte segura. Finalmente permaneció escondido en la bodega de su propia casa, en la Calle Falcón núm. 3 de la población de Villalibre de la Jurisdicción (Priaranza del bierzo, León).

El transcurrir del tiempo en aquella oscura y húmeda bodega de la casa familiar hizo enfermar a Claudio que, al darse cuenta de que no podría curarse, decidió excavar un agujero en una esquina del fondo de la bodega, en la que construyó una arca y en el que le pidió a su familia que, cuando le hubiera llegado la hora, lo enterraran allí mismo.

Sus hijos recuerdan que una tarde, sin saber precisar el día y ni siquiera el año, todos se fueron a comprar. Al regresar, Claudio estaba metido en el arcón, ya sin vida. Taparon sus restos con tierra y le pusieron unas losas de piedra de pizarra encima para proteger su cuerpo, y callaron. Pasaron las décadas y la familia guardó en estricto silencio aquella historia.

La familia finalmente solicitó ayuda a la ARMH para la búsqueda y exhumación del cuerpo, que tuvo lugar en el mes de octubre de 2014.

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Exhumación Vallecillo

Fosa: Vallecillo (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Según cuentan los testimonios (información que también conocía la familia) el alcalde de Cea, Nemesio García López, fue arrestado el 24 de septiembre de 1936 y conducido a la cárcel de Sahagún; fue visto por última vez el 25 de septiembre de 1936, siendo conducido después al Monte Calzadín, un paraje que sirvió en muchas ocasiones para llevar a cabo los asesinatos de las personas represaliadas por el bando nacional. En un primer momento se creyó que dicho alcalde fue conducido a este paraje solo y fusilado allí mismo, lugar en el que algunos vecinos de la zona lo enterraron.

No obstante, después de localizar el enterramiento se descubrieron un total de tres cuerpos, por lo que la información no se correspondía con la que tenía y suponía la familia. Sin embargo, uno de los familiares conservaba un recorte de prensa del diario La Crónica publicado el lunes 5 de enero de 1987. En dicho periódico se publicó una opinión en la que se hablaba de los hechos acontecidos en 1936 y ligados al alcalde de Cea.

Gracias a este texto se pueden conocer varios datos sobre este suceso, pero el principal radica en el conocimiento de que el alcalde de Cea no fue conducido al Monte Calzadín y asesinado solo, sino que lo acompañaron en ese “paseo” dos personas más, de las cuales conocemos, gracias a dicho documento, sus identidades y varias referencias más.

De Castor Hernández Colorado se especifica que era zapatero de oficio y era presumiblemente inválido, por lo que tenían que sentarlo en las sillas; de Nemesio García específica, por otro lado, que daba clases de cultura general por las noches a muchos pobres y desempeñaba una labor docente muy eficiente; de Froilán Pascual Novoa, sin embargo, no se hace mención, por lo que podemos deducir que el autor de la opinión no conocía nada sobre esta persona.

Tras la exhumación y los trabajos de laboratorio, las muestras de ADN dieron un resultado negativo, por lo que la fosa localizada no se correspondería con la que pretendía recuperarse.

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Exhumación Matallana de Valmadrigal

Fosa: Matallana de Valmadrigal (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Según apuntaban todos los testimonios, la fosa albergaba los cuerpos de 8 personas fusiladas en 1936, durante la Guerra Civil Española. La ropa que vestían la mayor parte de las víctimas las relacionó como posibles trabajadores ferroviarios, uno de los gremios más castigados durante la contienda. Siete de las víctimas debían pertenecer a este grupo, siendo la octava José Trapero González, el maestro de Gusendos de los Oteros que en aquel momento ejercía su profesión en esa pequeña localidad.

No se conocen ni las circunstancias de la muerte, ni los hechos históricos, ni el proceso previo que condujo a estas ocho víctimas a su asesinato.

Durante la exhumación se recuperaron varios botones con la inscripción “OESTE” y con la representación de una locomotora sobre las letras. Por ello se realizó, tras la exhumación, una nueva investigación del caso para intentar determinar la identidad de estas personas. No obstante, no existe documentación ni indicios de quiénes podían ser, a lo que se suma que sólo en la Compañía de ferrocarriles del Oeste fueron depurados 129 trabajadores, sólo en la provincia de León. Por todo ello, no ha sido posible la identificación de estas personas.

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Exhumación Toral de Merayo

Fosa: Toral de Merayo (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: Andrés Crespo Prieto
Álbum de fotografías de la exhumación

La fosa se situaba en las inmediaciones de un camino perpendicular a la carretera que une la localidad de Toral de Merayo con la carretera N-536.En aquel lugar se encontraban los restos de cuatro vecinos del municipio de Puente de Domingo Flórez. El 30 de septiembre de 1936, un vehículo trasladó a las víctimas de su localidad de origen hasta aquel paraje, donde fueron asesinados y enterrados en una fosa común al borde de la carretera por varios vecinos de la zona.

Los testimonios indicaron que fueron cinco las personas trasladadas al lugar, pudiendo huir con vida una de ellas, de nombre Manuel García (natural de Castroquilame) que pudo vivir para contar lo sucedido aquella noche. El quinto hombre no corrió la misma suerte, siendo asesinado junto a los otros tres. Su cadáver, sin embargo, fue recuperado por sus familiares horas después del asesinato y antes de que los vecinos de la zona procediesen al enterramiento de los cuerpos. Según hemos podido investigar, se trataría de un vecino de Silván cuya identidad, por el momento, desconocemos

En la fosa se encontraban los restos de José García López, Serafín Blanco Rodríguez, José León Fernández y un cuarto vecino cuya identidad, por el momento, se desconoce.

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Exhumación Quintana de Rueda

Fosa: Quintana de Rueda (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: René Pacheco Vila
Álbum de fotografías de la exhumación

Según los testimonios, el entierro se encontraba en la carretera N-625 que une los municipios leoneses de Mansilla de las Mulas y Cistierna; más concretamente, el lugar de inhumación se encontraba cercano a un corral situado al sur de la citada carretera, entre las pequeñas poblaciones de Quintana de rueda y Villahibiera.

Durante décadas ha permanecido en los descendientes la historia de los fatídicos acontecimientos que tuvieron lugar el 3 de diciembre de 1936, durante la Guerra Civil Española. Según estas tradiciones orales, un grupo de falangistas detuvieron a cuatro personas vecinos de Prado de la Guzpeña, Taranilla y Santa Olaja de la Acción, y los llevaron a la localidad de Puente Almuhey (León), punto en el que fueron subidos a un camión y conducidos al paraje en el que fueron fusilados e inhumados.

El estudio histórico-testimonial preliminar nos permitió conocer que Antonio Pérez Reyero estaba afiliado desde el 21 de junio de 1931 al sindicato minero castellano de la Unión General de Trabajadores (UGT), y en el cual permanecía cuando estalló la guerra civil. Por ese motivo fue detenido en varias ocasiones por falangistas y conducido a las dependencias de Puente Almuhey, donde se le otorgaba la libertad realizando el pago exigido para su liberación. Su sobrino nos relató que la situación económica de la familia empezó a deteriorarse, lo que obligó a Antonio Pérez Reyero y Victorino Tejerina Reyero (que no mantenían lazos de sangre a pesar de la coincidencia de apellido) a huir al monte. Enterado de las intenciones de huida, un vecino del pueblo les denunció y, antes de que lograran escapar, fueron arrestados y llevados a Puerto Almuhey, con el fatídico propósito de asesinarlos.

Las pruebas de ADN determinaron que los cuerpos localizados en esta fosa no se correspondían con los datos históricos y la investigación realizada.

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