La ARMH inició la mañana del dos de abril de 2024 la exhumación de una fosa en la localidad vallisoletana de Mojados. Estos trabajos se iniciaban días después de la proposición de Ley de Concordia de Castilla y León.
A petición familiar se intentaba localizar el cuerpo de Pedro de la Calle Esteban. Nacido en Alcazarén, Valladolid, el 23 de febrero de 1888. Estaba casado con Romana Burgos y tenían dos hijas: Ángela y Lucía. Era pastor, socialista y miembro de la Casa del Pueblo de Mojados, donde residía.
Su hija Ángela recordaba que la primera vez que fue detenido lo trasladaron al calabozo del Ayuntamiento, lugar en donde recibió una paliza. La segunda detención se produjo cuando estaba en su domicilio escogiendo garbanzos junto a sus dos hijas. En esa ocasión fue trasladado caminando desde el terreno de labranza hasta el pinar, lugar en donde fue colgado de un pino después de sufrir vejaciones y mofas por parte de sus ejecutores.
Fue asesinado el 25 de agosto de 1936. En su certificado de defunción figura como causa de la muerte: Detención ilegal con ejecución extrajudicial. Congestión – ilegible – y asfixia. Según recuerda la familia su cuerpo apareció ahorcado en un pinar cercano.
De la Calle fue asesinado por falangistas de Alaejos, Ataquines y Mojados. Fuerzas paramilitares fascistas que operaban con total impunidad en la comarca y que llevaban a cabo ese tipo de crímenes.
Su hija Ángela ya se dirigió al Ayuntamiento de Mojados el 23 de marzo de 2006 solicitando que el Ayuntamiento pusiera todos los medios posibles para la exhumación de su padre por ser este enterrado en el “cementerio pequeño” en tierra y sin ninguna identificación, pero no recibió la ayuda solicitada. Ahora es su nieto el que ha retomado el deseo de su madre.
Finalmente y después retirar manualmente unas 45 toneladas de tierra durante el primer día, se localizaron los primeros restos humanos. Debido a los numerosos entierros posteriores en la zona civil del cementerio se encontraron restos correspondientes a una persona, removidos y en posición no anatómica. Finalmente se concluyó que al ser los únicos restos de adulto varón que aparecieron podrían ser los de Pedro de la Calle, que en el momento de su asesinato tenía 48 años.
Tras finalizar la exhumación se volvió a llenar con tierra el hueco de la excavación y se dejó la zona restaurada. La exhumación se llevó a cabo, como siempre, con recursos de la asociación y la inestimable ayuda de los voluntarios y voluntarias que se unieron a los trabajos de excavación y retirada de tierra.