Fosa: Balboa (León)
Fuente: Informe arqueológico de la exhumación
Autor: Andrés Crespo Prieto
Álbum de fotografías de la exhumación
Tras el golpe de Estado de julio de 1936 y el control por parte de los militares sublevados de buena parte de la provincia de León, se desató una desmedida represión violenta contra la sociedad civil. Uno de los ejemplos de las miles de desapariciones forzadas que tuvieron lugar en esa segunda mitad de 1936, es la fosa común existente en Balboa. Gracias a las investigaciones sobre toda la comarca que ha llevado a cabo la ARMH, tanto en materia documental como en la recogida de testimonios, conocemos la existencia de esta fosa común, donde se encuentran los restos, supuestamente, de 4 personas.
El 14 de septiembre de 1936 en las inmediaciones de esta localidad berciana, se oyen varios disparos de “máuser” y, al poco tiempo, lo que se supone que son varios tiros de gracia. En este caso, los testimonios situaban el lugar de enterramiento al pie de la antigua carretera provincial LE-723, que une esta localidad, cabeza del municipio, con la de Quintela. Los testimonios marcaban que el lugar de enterramiento estaba situado en las inmediaciones de un castaño, al fondo de un desnivel de unos 15 metros en relación con la carretera mencionada.
Por otro lado y, al desconocer los vecinos de la zona quiénes eran las personas asesinadas en este lugar, se procede a realizar un contraste con la información documental recogida por nuestro colectivo desde el año 2000. En este caso, dan como resultado la localización en la Sección de Defunciones del Registro Civil de Corullón, de 4 inscripciones cuya fecha y lugar de ejecución hablan a las claras de la posible identidad de las víctimas. En este caso, las inscripciones registradas entre marzo de 1937 y agosto del año siguiente, nos dicen que las víctimas eran las siguientes: Amador de Castro Potes, Paciano de Castro Potes, Rafael Freijo Reimúndez y Joaquín Siso Gutiérrez.
Finalmente, las tareas de localización y exhumación de los restos de estos 4 vecinos de Corullón se llevó a cabo en el mes de julio de 2008, situadas en el lugar marcado por los testimonios y a una profundidad de 1,70 metros, debido a los sedimentos y al relleno caído del arreglo de la carretera. La fosa estaba bajo una gran piedra.
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